MAESTRANTES
Barrios
Rudy.
Castillo
Yasmin.
Gómez
Alexandra.
Hernández
Yusmary.
Farías
Marianela.
Querales
Lisbeth.
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Continuando con las ideas de los autores
citados, los impactos producidos por la
globalización, se puede notar con mayor énfasis en el país de México, donde se
evidencia bajo ingreso económico,
reducción de la matrícula estudiantil e incremento de la dependencia hacia el
sistema central por parte de las universidades e institutos politécnicos, al
igual que, un modelo de enseñanza que obvia la realidad contextual. También se
puede notar la opresión femenina y juvenil, que limita a las féminas y jóvenes
a tomar un grado de participación social significativa. Esto recalca la
centralización y discriminación del sistema que articula en dicho país, haciendo caso omiso a los derechos de
autonomía y participación dentro de un margen de igualdad que garantiza el
desarrollo de una nación.
Los cambios sociales expuestos
anteriormente, exigen por parte de la educación la capacitación holística del aprendiz para poder enfrentar y
transformar la realidad que se vive. Para ello, se sirve de la orientación
educativa, la cual desde la época de la modernidad, manejaba modelos de
intervención que buscaban satisfacer necesidades clínicas, vocacionales o de
consultas, pero debido a la gigantesca problemática generada por dichos cambios
sociales, tales como; la inestabilidad económica, la falta de práctica de
valores, y el bajo rendimiento académico producto de la movilidad estudiantil
causado por inmigraciones y emigraciones, que han traído como consecuencia
choques entre culturas y la difícil adaptación por parte de los involucrados, se
ha visto en la obligación de implantar el modelo programa, enfatizado en la
prevención y remediación de problemas de índole personal, social, escolar y
vocacional.
El modelo de intervención aplicado en la
actualidad, busca lograr la adecuada y
pronta adaptación del orientado al medio circundante, sin considerar la
necesidad de capacitar a éste para plantear ideas y propuestas con respecto a
la dinámica social producida por la globalización, por consiguiente es
necesario, implantar un modelo de
orientación que garantice el desarrollo del individuo, al mismo tiempo, que se previenen o asisten
problemáticas, a través, de una intervención que busque fomentar el crecimiento
personal, el pensamiento crítico-reflexivo,
el sentido de pertenencia, el compromiso social y la visión vocacional-laboral,
que guie al futuro capital humano de la nación, hacia la toma de decisión y la
manifestación de una actitud protagónica que permita transformar la realidad
que se vive.
Lograr la meta de preparar al orientado
para que cambie una realidad social desfavorable, requiere por parte del
orientador un perfil caracterizado por la actualización de conocimientos
teóricos y prácticos, la criticidad constructiva y una visión objetiva sobre la
realidad contextual circundante, al igual que el discernimiento de posibles
alternativas que guíen al primero, en relación a, como maximizar
potencialidades al nivel intelectual, físico, emocional, social y moral, que
generen, la manifestación de una enfoque realista sobre el entorno en el que se
desenvuelve, para entender objetivamente los cambios que se experimentan, adoptando una actitud protagónica en la
edificación de una sociedad intercultural, productiva, moral y próspera.
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